Todos vienen a dar aquí, se fuma
se bebe, se conversa y se dicen audacias
Sueños que destejen los mediocres,
tontería y media. Se puede asistir solo
o acompañado de un recuerdo,
de un poco de alegría o inclusive de una mujer.
El único requisito es tener el alma más delgada que un hilo,
ambicionar un sitio en el panteón de nadie
y beber más vino que tristeza.
Eusebio Ruvalcaba.
De: Gritos desde la negra oscuridad y otros poemas místicos. Praxis-Dos Filos.
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